Sus padres solían decirle:
- ¡No leas tanto! Mira que te puede perjudicar la visión, luego tenemos que gastar en gafas.
Es que todo en su casa giraba en torno al dinero, mas bien al "inexistente" dinero.
- Mamá, he visto una muñeca en la tienda de la vecina y es tannnn guapa, ¿crees que para navidad me podríais regalar una?
- ¡Qué dices nena...! Si malamente tenemos dinero para la comida, como es que vamos gastar en juguetes...
- Pero mamá... Si Isabel tiene una que se la regaló su papá y me ha dicho que es una muñeca muy barata.
- Ya veremos niña, ya veremos... pero aquí la prioridad es la casa, la ropa y la comida.
Por eso que le gustaba tanto los libros. Además eran gratis, sólo tuvo que llevar un par de fotos a un par de bibliotecas.
Tuvo una profesora con algunas luces que le enseñó lo maravilloso que podría ser la lectura. Y ella pegaba auténticos viajes con cada historia que se leía. Luego se inventaba su propia historia donde ella siempre era la protagonista.Tenía la brillante capacidad de ausentarse de los sitios y de las situaciones desagradables con solo una historia que se inventaba en su cabeza. Podía estar horas interpretando su papel particular mentalmente y cuando ya no podría alargar mas el cuento, se inventaba otro.
Nunca se sintió sola... Nunca se sintió triste... Nunca se sintió pobre... Nunca se sintió perdida. No entendía como la gente se quejaba tanto de los problemas, si con solo leer una frase de algunos de sus libros que llenaban sus estanterías tenían la solución para al menos media docena de pequeños conflictos.
Y mientras crecía, se fue dando cuenta de que la mayoría de sus compañeras de clase que jugaban, con la muñeca esta tan linda, ahora cuidaban a bebes de verdad y tuvieron que dejar el colegio porque los bebes no hacían más que llorar y tener mocos; Otras se pasaron la vida pegadas a la televisión viendo dibujos y películas de amor y pocos años después se dieron cuenta que el príncipe azul era un malvado brujo (otras no tuvieron tiempo de darse cuenta de eso y perecieron antes en manos de ellos); Muchas de las que tenían dinero y permiso para salir todos los fines de semana se aburrieron de las "cosas normales" y empezaron a buscar nuevas emociones, y estas mismas terminaron convirtiéndolas en seres desconocidos incluso para sus propios hermanos.
La niña, desde joven supo que tenía que trabajar, sino no podría comprarse sus libros preferidos, aprendió a ser una estupenda trabajadora, por no decir imprescindible, seguía leyendo, en la parada de bus, en el tren, en el metro, mientras se comía un perrito caliente en el banco de la plaza... leía...leía.
La niña emigró... Y en un país desconocido aprendió a hablar leyendo, leyendo, leyendo y leyendo (seguía soñando)... No se sintió sola, ni marginada, ni triste, ni pobre...
La niña pide encarecidamente que agradezcamos a ciertas personas y me parece extremamente imprescindible hacerlo, así que:
Gracias, Machado, Alencar, Érico, Clarice, Rey, Paulo, Fernan, Artur, Dias, Casimiro, Mario, Montero, Euclides, Pablo, Miguel, Jorge, Gavalda, Dan, Sidney, Hemingway, Mendonza, Clara, Unamuno, Valle Inclán, Anónimos, Lope de Vega, Shakespeare, Cervantes, Matute, Punset, Drummond, Pessoa, Jean M.Auel, Rowling... Y la señorita nos va a tener que perdonar porque es imposible nombrarl@s a tod@s.
Maravilloso. Sin más.
ResponderEliminar:-) A mi tb me gustó mucho... :^^
ResponderEliminarGRACIASSSS...
Me ha gustado.
ResponderEliminarEsa lista se merece, no sólo el agradecimiento, también el más profundo de los respetos.
Un saludo.
La verdad es que si... jejeje... Y aún así quedamos cortos...
ResponderEliminarAbrazos
lindísimo, pero si hubieras añadido a agatha christie seria perfecto
ResponderEliminarUff... qué fallo, Míriam. Pero no me olvidaré si se vuelve a hablar del tema aquí. :-)
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