miércoles, 20 de abril de 2011

El tiempo no para, y no pasa.

Pasan muchas cosas, pero luego no pasa nada.
Es como la ambigüedad sintáctica, pero de la existencia humana.

Tiempo atrás creí haber tocado el cielo con la punta de mis dedos. Andando por las nubes miraba a los mortales desde arriba y decía:
-Que pena que no puedan disfrutar de esa sensación de plenitud total que gozo yo ahora.
Y mientras tanto la vida seguía; personas morían, niños nacían, alegrías, desgracias, proyectos. El mundo giraba, despacio pero sin pausa, y yo no me enteraba.

Entonces dejó de llover en mi jardín, la nube se disipó y ¡PUMBA!, menudo ostiazo me llevé... Queda libre sin paracaídas (menos mal que tengo "bunda de brasileira").
Me he quedado un buen rato tirada en las profundezas del abismo. Había subido tanto que el concepto de montaña rusa se quedó corto... ¡Había subido muchísimo mas!
Mientras tanto, gente se moría por no tener que comer, a lo mejor tuve una vecina que sufría malos tratos, mi hermana tenía cosas muy importantes que compartir conmigo...pero yo, metida en mis asuntos tampoco me enteré de nada.

Luego tocó levantarse, y lo hice. Por supuesto que necesité ayuda, creo incluso recordar haber estado unos días inconsciente y ahí estuvieron mis amig@s. Cada un@ a su manera aportándome las vitaminas y medicinas necesarias y más rápido de lo que pensaba, ya estaba... paseando por los pasillos del hospital psiquiátrico que se había convertido mi cabeza.
Nuevamente no me enteré de nada de lo que pasó a mi alrededor, aunque conectada a facebook diariamente, las noticias pasaban una detrás de otra y yo dando a "me gusta" ... por pura inercia.

Hoy recuperada (aunque, de momento, con algún que otro achaque y alguna que otra cicatriz), instalada en un rincón de la villa lleno de verde, pajaritos, lagartos de colorines y paz, escuchando música, ensayando, limpiando, en bavia o estudiando, el caso es que Calixta siempre está conmigo (después de meses separaditas). En estos momentos miro a nosotras y me da la impresión que no ha pasado nada dentro de tantas cosas.

Y por fin he conseguido...
Descubrí que una de mis nuevas vecinas anda deprimida y ayer estuvimos hablando un montón de tiempo, le regalé un ramito de flores y me dijo que le había alegrado el día.
Me di cuenta de que al almendrón tengo que invertir muchos más euros si quiero hacer los mismos kms que hacía hace unos meses.
¿Sabíais que mi hermana se ha vuelto a enamorar?
Tengo una amiga que está pasando una mala racha pero no pierde su positividad ni sus ganas de vivir, además cuenta con una nueva mascota que es la bomba (Ultrahipermegacariñosa).
Y mira por dónde que algunos de mis amigos tienen unos cuantos proyectos debajo del brazo o incluso dentro de la cabeza a puntito de realizarse.
Hasta me estoy enterando (muy por encima eh?) de lo que esta pasando en la política en mi ciudad...
Y con calma, poco poco, creo que podré abarcar mucho mas! Involucrarme en algún proyecto social, ayudar mas a mi familia; ver mis sobrin@s cresceren... ¡Y tantas otras cosas!

Como todo en la vida, el tiempo también es relativo, porque todo va a depender de como utilizas las horas de tu día, de tu existencia...

Claro que el tiempo no para... pero puede que no pase nada o que pase todo... Está en nuestras manos hacerlo productivo, rentable, bonito y disfrutar de cada segundo de un@ mism@, de l@s amig@s, del trabajo, del tiempo libre, todo eso sin olvidarse de que puedes disponer de tu tiempo a tu antojo...

Así que... ¡CARPE DIEM!
Pero mas importante que mirarse el ombligo todo el rato, es echar la vista al cielo de vez en cuando y mirar la infinidad de estrellas que están intentando conectar contigo.

viernes, 8 de abril de 2011

Soluciones para las locuras transitorias

Estoy un poco cansada de discutir conmigo misma.
Ni que yo fuera el ombligo del mundo.
Que si la pereza.
Que si la "astenia".
Que si "algo"depresiva.
Que si cansada.
Que si estresada.
Es que ya no puedo más conmigo.
No quiero seguir peleando para cambiar hábitos.
No puedo seguir intentando controlar mis pensamiento,
Tampoco la pereza que me persigue desde que nací (¿será por qué nací muy gorda?)
Así que, como no puedo con todo eso, me uno a ellos.
Y cada cosa a su momento.
Si tengo pereza, pues trabajaré de sol a sol.
Si tengo astenia, meteré la cabeza en una tina de agua fría y ya verás como espabilo.
¿Depresión? Anda que no hay gente en el mundo con problemas de verdad... Daré un paseo en la sección de oncologia infantil, cantaré canciones con estos niños que se enfrentan a una lucha diaria por sus vidas.
Cuando esté cansada de pensar... volveré a echar mi cabeza en la tina de agua fría, pero de esta vez, con la cabeza mojada, saltaré como un conejo... unos 400 saltos creo que llegarán.
Y cuando vea que el estrés puede conmigo... volveré a la Luna a servir copas durante 12 horas seguidas y fijo que se me pasará.