miércoles, 23 de marzo de 2011

Ginger, la "canninus"de las cavernas.


Ginger es una perrita preciosa. Fue adoptada y ahora vive como una reina, en un cachito de Brasil en el centro de Pontevedra.
Ginger es inquieta, no sabe estar parada, si le dejas no para de comer... y ni si te ocurra darle mimitos porque entonces te perseguirá por toda la eternidad a la espera de más. :-)
Ginger este domingo se fue a la playa. Lo primero que hizo fue refrescarse en el agua, lo que nos generó una envidia que no veas, ya que todavía seguimos vestidas hasta las narices.
Jugó todo lo que pudo en el agua, se encontró con otros perritos que andaban por allí y corría sin parar de un lado para otro.
Eso todo mientras no veía a ninguna persona moviéndose, porque entonces se metía en una caverna que tenía cerca (que solo cogía a ella allí dentro),y no había forma de sacarla.
Pues sí, Ginger tiene miedo a las personas.
¿Y qué le vamos a hacer? Si quizás ella tiene razón, y es mejor esconderse y no enfrentarse a sus miedos. Puesto que es un animal con un cerebrito mucho más pequeño que el nuestro, y por supervivencia y también por su experiencia, le viene de maravilla cubrirse las espaldas.
Si a nosotr@s mismo nos tiene pasado mucho...
METERSE EN UNA CUEVA.
A diferencia de Ginger, que sus miedos son muy evidentes, el sapiens sapiens muchas veces se ahoga en vasos de agua hurgando en sus crisis existenciales plasmadas en pensamientos insípidos, intentando aislarse de los demás, cuando en realidad les vendría bien unas vacaciones de ellos mismos.
Descansar de "nosotr@s" nos daría perspectiva de análisis imparcial y aprenderíamos a respetarnos cada cual como somos.
Porque en esta vida es muy fácil echar la culpa de nuestras desventuras en actos de "otros", y casi siempre (por no decir siempre), se nos olvida auto analizarnos. Cuando logramos esa imparcialidad hacia nuestros actos nos damos cuenta que el error está en un@ mism@.
Erramos al depositar nuestras "esperanzas" en los demás, cuando en realidad deberíamos confiar mas en nuestras decisiones, pensarlas con lógica y practicidad y dejar fluir el dichoso "sexto sentido" que lo tenemos aplastado con tantas frases racionales encontradas en buscadores on-line.
Erramos al intentar arreglar todo basado en como esperan los demás que reaccionemos mediante un conflicto.
Si, que nos metemos en cuevas, y a veces es necesario... Pero quizás los motivos por los que hacemos son los equivocados, y siendo así, es totalmente inútil el aislamiento, que el único que nos va aportar es más de lo mismo...
...crisis existenciales, pensamientos insípidos, inactivación, pereza, letargia, melancolía...
¡A VIVIRRRRR... POR FAVOR!

Ps. Y antes que cualquiera me corrija lo de "canninus"... os advierto... quise decir "canis".

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