A mi amiga Melaca.

También cariñosamente llamada drink drink, algun dia me explicará bien la historia porque se me quedó el cuento a medias.
Para mi es una super woman: mientras se casaba (que eso tiene tela eh), tenía hijos, cosia las cortinas de casa y trabajaba, se sacó su carrera como una campeona.
Tardó un rato eso si, en sacar el carnet de conducir, algo así como yo, y ahora es una Senna en la carretera.
El dia que Balthazar me haga caso, o que Bill Gates lea mi blog, y me caiga del cielo mi casita con jardin, mi querida amiga no va escapar de ayudarme con la decoración. Basta ver lo acogedora y bella que quedó su casita de 3 plantas para saber que tiene un critério para estas cosas impresionante (eso que el sofá tardó siglos en llegar).
No es una mujer como muchas, como la mayoria de mis diosas y amigas, y entre los hijos (que eso de que cuando crescen dejan de darte la vara, es cuento), la casa, su mamá (que anda algo pachuca), el trabajo, su queridisimo marido (y encantador amigo, hay que reconocerlo) y Noel (el perro), aún encuentra tiempo para el senderismo y un club de lectura. Es que como tenía que ser, los libros son su vida... y su trabajo.
A veces la veo muy estresada y me gustaría pedirle que disfrutara un poco mas de lo que ha logrado y dejara de preocuparse un poco por todo... Pero por otro lado sé que, sobretodo en el veranito, de vez en cuando invita a algun@s amig@s a su precioso y acogedor jardin, coge unas hojitas de menta que tienen plantadas alli (eso si Noel no las comió antes) prepara un delicioso mojito y mientras nuestro amigo y su marido coge la guitarrita y se pone a cantar Desafinado de Tom Jobim, ella coge un librito y se relaja en uno de los sillones hechos por ellos, mientras sonríe a la vida, y a su jardincito...
:-)