A golpe de viernes, después de un mes de prolongadas vacaciones, por fin volvía a trabajar. La maleta ya estaba lista desde hacía 15 dias, pero por si acaso revisé todo, no fuera a ser que me faltaran las medias anticelulitícas.
Sin embargo mi queridísima garganta empezó a dar señales de vida y pensé: - Me esta recordando que deberia calentar un poco la voz después de tanto tiempo de vagancia (y esto que no lo lea mi jefa :-S) ... Pero no; la cosa no iba por ahí.
Después de toser todo lo que podía, allá fuí... a trabajar, mas contenta que unas castañuelas...
Y entre gallitos y pequeñas y grandes desafinaciones el dolor fue tornándose casi insoportable...
Los coches, congelados; las personas, (para aguantar semejante frio) borrachas; y yo, tiritando y sudando a la vez mientras me movía al ritmo de la música con mi mejor sonrisa.
En fin, que el domingo me ví sentada en el suelo de urgencias (porque faltaban sillas), al lado de otras tantas células infectadas. Juntos esperábamos impacientes nuestro turno para entrar en la salita de los milagros donde nos darían una medicina de estas que te sacan lo que sea en 10 segundos...
Entre los niños febriles que correteaban por el pasillo con sus grititos y sus mocos, las malas caras de algunas señoras que no podían con su lumbago, los catarros míos y ajenos pensaba en el dinero publico ¿para dónde vá?
Porque aquello era un caos. Las médicas entre consulta y consulta tenían que salir de su despacho a gritar en la puerta "el siguiente" y la señora de la recepción tenía que repasar la lista y llamar a "la siguiente" victima y decirle a que puerta digirirse. Una vez dentro con sus pacientes, las médicas tenían que volver a salir para preguntarse mutuamente que si el diagnóstico este era así o asá ... Ains... Y la tecnología brillando por su ausencia...
Cuando te toca entrar en la consulta, estás tan contenta que hasta te olvidas un poco del mal estar que tenías y terminas no diciendo todo lo que sientes a la médica, porque seguro que estas muuucho peor de lo que dices...
Pero en fin... Yo sólo quería que mi cuerpo dejara de doler, y creo que para eso sólo tenía que recuperar mi dichosa homeostasis; que al final todo lo que me dijo ya lo sabía... Perooooooo....
Pero...¿y eso cuándo fue?
ResponderEliminar¿Como cuando fue? Si estuve casi una semana recluída curando la fiebre y tooo lo que tenía encima... y alguna queriendo que le fuera a visitar... jajajajajaja
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