lunes, 27 de diciembre de 2010

El muro de las rarezas

Mi muro de las rarezas es imaginario, ya que allí puedo colgar de todo sin que me ocupe demasiado espacio.
Tiene una preciosa foto mia de cuando tenía un añito y era gordita y tierna como un panecillo.
Tiene otra foto con mis papás super ilusionados con su primera cria.
Tiene la compañia (jamás invasiva) de mis queridos abuelos maternos, que siguen estando ahí aunque sea en la distancia.
También colgué en mi muro el recuerdo de cuando Hellen me enseñó a montar en bici, junto al recuerdo de mi vecino Paulinho que era el mas guapo del mundo.
En mi muro está también el recuerdo de mi primer amor con nombre de mayordomo. Un amor que me duró ocho largos años de los cuáles sólo uno fuimos "novios".
Colgué mis barbies , sus armarios, sus ropas, zapatos, coches, acesorios y toda su parafernalia que se perdió un año después de nacer mi regordeta hermanita.
Mi primer libro "Sozinha no mundo", también está ahí, acompañado del segundo "Crecer é perigoso", con tantos otros que formaron parte de mi vida, incluso los clásicos mas aburridos que fui leyendo compulsivamente a lo largo de mi vida.
El recuerdo de mi profesora "Terra", la de la biblioteca, está justo al lado de mis libros.
Todo el barrio de mi infancia pasea a sus anchas por mi muro (frase cortesia de la lombriz)...
He colgado en una esquina una maqueta de mi iglesia, que me acompaña siempre (para bien o para mal) porque de ahí he sacado gran parte de lo que soy y seguiré siendo.
El muro de las rarezas, mi muro...
Colgué ahí mi primer viaje hasta el cine a "escondidas" para ver a Robocop, yujuuu...
En la esquina superior izquierda tengo un Ipod, con un sin fin de canciones, sonidos, ruidos, recordando cada instante de mi vida, aunque sea un mísero acorde.
Por supuesto que al otro lado colgué los olores, algunos buenos, que recuerdan cosas malas, otros malos q recuerdan cosas buenas y los neutrales, que asociados a ciertos episodios cotidianos tomaron una relevancia impresionante.
Colgué mis series y películas favoritas, de antes y de ahora. Mis telenovelas, programas de entrevistas con "Jo Soares" y Xuxa... y tantas cosas mas...
Colgué en medio un precioso vestido de novia, con piedrecitas cosidas a mano, vestido este que en el último momento me quedó flojísimo, como presagio de que algo no tan bueno y bonito como el me iba a pasar a raíz de ese paso que daba en mi existencia.
En algún lado que representa mi corazón está mi familia. Mis queridos que me aman incondicionalmente, aunque a veces se enfaden conmigo.
Colgué mis colegios e institutos, mis compañer@s de curso, mi divertidísimo ciclo de turismo y toooooodos los cursos de inglés que he intentando hacer y no he pasado de verbo to be.
En este muro está un órgano electrónico con sus respectivas aburridas clases de solfeo, como alerta de que jamás se debe desaprovechar las oportunidades que la vida te brinda, aunque sea un hobby que no te haga mucha ilusión.
Este muro me encanta porque ahí estan personas (de aqui y del mas allá) tan importantes en mi vida que aunque nos las vea durante años, estarán siempre conmigo, no cambian apesar del tiempo...
Colgué en este muro a Hemingway y su "Velho e o mar", que cruzó el charco conmigo en un frio y navideño 25 de diciembre, anunciando un antes y después en mi montaña rusa.
Mi muro de las rarezas tiene que ser suficientemente grande como para albergar un avión y un tren que me trajo a Galicia de mis amores.
Espacio también para mi primer manual de lengua española, y para mis primeras frases enteras, una por semana hasta llegar a hablar como una cotorra.
Las mujeres mas fuertes que han pasado por mi camino, tienen su espacio como minúsculas y preciosas muñequitas.
Y entre cosas y recuerdos, mis amores y desamores, pegados de mano... por supuesto solo aquellos que valieron la pena.
¿Tienen que seguir juntos?
Creo que no, porque el muro de las rarezas es eso, raro, y cosas raras tienen que pasar en la distribución de cosas, aunque sean para acomodar otras.
Colgué ahí la foto de mis queridas Almas Gemelas, la que está aqui, siempre a mi lado, y la almita que se encuentra allá, tan lejos y tan especial mi linda "Zé Bochecha"...
Además de mis ilusiones, sueños, objetivos... están expuestos también estos momentos de bajón, porque son verdaderas escuelas para mejorarse como persona.
Colgué también todas mis aspiraciones, como pequeños "post it´s" de futuro, hacia la tan anelada plenitud, generosidad, el mas puro y genuíno amor hacía mis semejantes, la felicidad, la sabiduría...
Como última cosita, de momento, expongo mia mis más sinceros deseos de un mejor año para tod@s, y que este 2011 que entre sea un ciclo de lindas cosas.

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