Definitivamente necesito un rayo de sol para salir de la madriguera y moverme libremente por el mundo.Basta un día de sol para que me levante de la cama antes de lo habitual, salir a pasear (sin frío, claro), respirar por mis dos orificios nasales (porque siempre tengo uno atascado) y saltar toda contenta por el paseo marítimo.
Ya estoy deseando que llegue mañana para repetir el paseillo.
Y puestos a desear... Bien que no estaría nada mal ocho meses de calor y apenas unos cuatro de frio...
:-)