Se despertó con una suave caricia, algo fresco y agradable paseaba por su cuerpo desnudo. Disfrutó unos segundos de esta rica sensación y luego tuvo que abrir los ojos porque no se acordaba de donde estaba.
Nada mas abrirlos fue invadida por los recuerdos de la noche anterior, y con una sensual sonrisa en los lábios se estiró como una gatita perezosa y disfrutó de este despertar tan especial.
Mientras le acariciaba el cuerpo con una rosa blanca la miraba... una mirada algo insaciable, apesar de toda la pasión que fluyo a lo largo de la noche...
Ella quiso saber porque rosas blancas y no rojas pasión, por lo que el le contestó que las rosas blancas era un homenaje a su cuerpo blanco y suave, que tanto le gustó.
Había sido perfecto, con la ciudad a sus pies y todas las luces de la misma haciendo de testigo de esta noche ardiente e inolvidable, dos cuerpos encontraron el gozo mas profundo que su especie pudiera compartir... y ahora,envuelta en pétalos de rosas se siente una diosa.
Tumbada encima de la alfombra de terciopelo, rodeada de champangne, velas y chocolate, acariada con tanta ternura y sensualidad se da cuenta que algo asi solo pasa una vez en la vida... por lo que le mira fijamente, y cuando tiene toda su atención captada le besa profunda y sensualmente, le susurra su nombre, y entre lágrimas le dice: ¡Adiós!
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